sábado, 28 de agosto de 2010

Encrucijada



Dicen que el tiempo perdido hasta los santos lo lloran... Después de pasar un tiempo en los Estados Unidos y de hacer una revisión a lo que quiero hacer de mi vida, suspiro incapaz de negar esa verdad. Por un par de puntos decimales en mi promedio de cuando aun estaba en El Salvador, probablemente sea incapaz de conseguir una beca para continuar con mis estudios de doctorado. Curiosamente, mis notas aqui son equivalente a 10 en todo, pero las universidades evaluan todos mis registros academicos. Ciertamente no es una perspectiva agradable. Particularmente ahora que me he enamorado de la enseñanza superior aquí en los Estados Unidos.

Estuve trabajando por dos años en el sector privado sin mayor novedad: Mi primer empleo no es precisamente el más memorable, pero agradezco la experiencia, mi segundo empleo fue mucho más orientado a mi área de estudio, pero estaba en el punto más bajo de la cadena, y precisamente a los pocos meses de ser ascendido al que habría de ser el trabajo indicado para mi, conseguí una beca y decidí tirarlo todo por la ventana y probar suerte. Me gusta la estabilidad, pero estabilidad no es igual a quedarse estancado. Eventualmente llegaría al tope y no podría subir más, por otra parte siempre es bueno tener algo extra en tu currículum, ¿no?

Me gusta el ambiente universitario, y no es porque tenga miedo de entrar en el mercado laboral, mis empleos me enseñaron que tengo vocación de servicio,soy feliz cuando ayudo a otras personas, pero este empleo como asistente y mi tiempo aqui como estudiante me han hecho llegar a una conclusión: me gusta enseñar a otras personas. Pero no soy maestro de profesión, asi que si quiero enseñar tengo que hacerlo en una universidad, y en ese caso, necesito un PhD...

Ironicamente, conseguir trabajo en mi area no parece nada complicado aqui, puse mi currículum en un sitio web y en dos semanas me llegaron dos ofertas de empleo, y no estoy buscando activamente... Me pregunto por qué siempre tengo que buscar el camino más complicado... ¡Ah! ¡Si tan solo me ganara la lotería! Al menos no tendría que preocuparme por entrar becado a la universidad, sino solo por entrar.

viernes, 26 de marzo de 2010

El Castillo Ambulante de Howl


Este post es acerca del libro y de la película. El problema, como siempre, es que la atención que los medios le dan a los libros es tan baja que me resulta muy difícil encontrar una imagen decente del libro en la Web. Las personas que me conocen saben que soy un ávido fan de la literatura fantástica y de ciencia ficción, aunque de este último género no he leído tantos libros como quisiera. De hecho, mis amigos más cercanos comparten ese interés conmigo.

El Castillo Ambulante de Howl, escrito por Diana Wynne Jones es uno de esos libros de fantasía que lamentablemente pasan desapercibidos en los países de habla hispana, prueba de eso es que no pude encontrar una imagen decente del libro en español, hubiera escaneado la portada de mi libro, pero es la misma que ven en este post, así que no salgo nada. En fin, de regreso al tema: Cuando se trata de libros que han sido adaptados al cine, usualmente, leo el libro y ni me acerco a la película, a no ser que sea muy famosa, reciba un Oscar o quién sabe qué... Son raros los casos en que ver una película basada en un libro famoso me deja una buena impresión, y el Castillo Ambulante es una de esas peculiaridades, probablemente porque el libro no es precisamente famoso, la película me gustó tanto que me puse a investigar un poco y terminé consiguiendo la edición en inglés del libro en el que la película está basada.

Digo basada, porque en realidad tienen el mismo origen, pero Ghibli se tomó sobrada licencia para modificar la historia, como en el caso de Un Mago de Terramar, otro libro que también recomiendo. Aun así, tanto el libro como la película tienen una premisa en común: una chica que se ve de pronto en el cuerpo de una anciana, no solo eso, esta chica en particular, ya había abandonado toda esperanza de cambiar su destino, limitándose a vivir, me recuerda la frase de la divina comedia: Omnes relinquite spes, o vos intrantes... Abandonen toda esperanza, aquellos que entren aquí. La chica estaba lista para la muerte... ¡Qué mejor tiempo para aprender a apreciar la vida que cuando ya te queda poco tiempo para vivirla! ¡Qué mejor tiempo para aprender a vivir sin tapujos que cuando ya no te interesan para nada las criticas! La chica se adapta fácilmente a su nueva situación, pero la moraleja de la historia es que no tienes que esperar a viejo para vivir la vida sin ataduras, las ataduras te las pones tú, y tú eres el arquitecto de tu propio destino, puedes empezar cuando quieras, y mientras más pronto mejor.



Tanto el libro como la película siguen la misma premisa, y la desarrollan muy bien, el libro es perfecto para adultos de todas las edades, y para adolescentes también, aunque creo que un niño pequeño tendría algunas dificultades entendiéndolo. La película es una preciosidad, digna de un Oscar, y si no me equivoco tuvo una nominación (*), los niños seguramente la disfrutaran y los adultos también, a su manera.


(*)¡Perdiendo contra Wallace & Gromit! ¿Pero quién diablos escoge al ganador? ¡Estamos hablando de una película que te hace sentir triste porque ha terminado! Nunca entenderé a Hollywood...

viernes, 12 de marzo de 2010

Hola de Nuevo!

Dicen por ahí que la tercera es la vencida, y ya este es mi tercer intento de hacer un blog y no dejarlo en el olvido.

La última vez que publiqué fue a finales del 2008, con motivo de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, y ahora estamos a principios del 2010 y muchas cosas han pasado en mi vida...

Me gradué de la universidad...

Cambié de trabajo... De Telefonista Bilingüe a Proveedor de Soporte Técnico en el área de informática...

Conseguí mi certificado CCNA

¡Me ascendieron!... ¡A especialista de redes!

¡Conseguí una beca!... Y tuve que renunciar a menos de cuatro meses de ser ascendido...

Y ahora estoy en Estados Unidos, conociendo nuevas personas, nuevos lugares, aprendiendo nuevas cosas... Avanzando...

Fue un rapido recorrido por estos dos años, y aun queda mucho que contar, no soy muy aficionado de tomar fotografías, y la camara que tengo no es la mejor de su clase, pero no pierdo nada con tratar de hacer un pequeño album digital... Quizá así consigo luchar contra la nueva monotonía.